Momentos inolvidables que perduran a través del tiempo y dejan
huellas que van de generación en generación y es el añorado picnic de verano
con sus múltiples cambios de año en año.
Todas las emociones vividas son únicas e irrepetibles y están
intactas en el tiempo y este tiempo viaja y viaja, dándonos diferentes matices
e ideas que perfilan nuestros deseos de hacer en algún momento un delicioso
picnic de verano y es cuando más valor le tenemos a los maravillosos rayos de
sol que nos hacen sonreír y vivir plenamente cada momento con una sonrisa
en nuestros rostros.
Si la vida fuera como un picnic de verano que lo esperas con
ansias en el invierno y sueñas como vas a preparar este maravilloso momento,
tal vez con todos estos sueños volvemos a ser niños y a imaginarnos que llevar
y que postres preparar y en fin soñamos tanto que tal vezzzzz llegue el picnic
de verano y solo tomamos el pan del supermercado, el jamón que vi más
provocativo en la nevera y el postre frio puede ser el yogurt que pagamos en la
estación de gasolina cuando vamos al lugar escogido para hacer el picnic de
verano que tanto nos hemos imaginado.
Algunas veces las mejores cosas de la vida son las que no planificamos y son realmente las mejores, parece que el azar del destino hace de las suyas para que podamos ver algunas cosas que tal vez no pudimos ver en el momento oportuno.
Vivir y ser feliz no es un privilegio de reyes, el secreto de la felicidad es
ser uno mismo y disfrutar el picnic de verano con quien tú quieras y cuando tú
lo quieras hacer, sin forzar ninguna situación y momento.